¿La endodoncia duele?
Este es el mito más extendido. La verdad es que la endodoncia no debería doler. El procedimiento se realiza bajo anestesia local, por lo que el paciente no siente dolor durante el tratamiento. De hecho, el objetivo principal de la endodoncia es eliminar el dolor que produce una infección o inflamación del nervio dental.
Después del tratamiento, puede haber una ligera molestia o sensibilidad al masticar durante algunos días, pero es temporal y se controla fácilmente con analgésicos indicados por el odontólogo.
¿Se pierde el diente después de una endodoncia?
No. El propósito de la endodoncia es precisamente salvar el diente. Una vez que se eliminan los tejidos dañados del interior del conducto, el diente se limpia, se desinfecta y se sella para evitar nuevas infecciones. Si luego se restaura correctamente —por ejemplo, con una corona o incrustación—, el diente puede durar muchos años e incluso toda la vida.
¿La endodoncia debilita el diente?
Tras el tratamiento, el diente puede quedar más frágil porque ya no tiene irrigación ni nervio. Sin embargo, eso no significa que esté perdido. Con una restauración adecuada, el diente recupera su fuerza y funcionalidad. El odontólogo evaluará si es necesario reforzarlo con un perno o una corona para garantizar su durabilidad.
¿Una endodoncia tarda muchas horas o sesiones?
En la mayoría de los casos, puede realizarse en una sola sesión de entre 45 minutos y una hora. En casos más complejos, como infecciones severas o conductos curvos, el profesional puede dividir el tratamiento en dos citas para asegurar una limpieza completa. Hoy en día, la tecnología moderna permite realizar endodoncias de forma más rápida y precisa que hace algunos años.
¿La endodoncia deja el diente “muerto” o sin utilidad?
Otro mito muy frecuente. Aunque el diente tratado ya no tiene nervio, sigue siendo perfectamente funcional. Podés masticar, hablar y sonreír con total normalidad. Lo único que cambia es que el diente no tiene sensibilidad térmica (al frío o al calor), pero conserva su raíz y estructura, lo que evita la necesidad de un implante o prótesis.
¿Siempre es mejor extraer el diente y poner un implante?
No necesariamente. Siempre que sea posible, es preferible conservar el diente natural. Una endodoncia correctamente realizada y mantenida puede durar muchos años. La extracción e implante solo se recomienda si la raíz está fracturada o el daño es demasiado extenso.
¿Las endodoncias fallan con frecuencia?
La tasa de éxito de las endodoncias es muy alta, especialmente cuando se realizan con microscopio dental y radiografía digital. En caso de una reinfección o problema en el sellado, se puede realizar un retratamiento endodóntico para conservar el diente sin necesidad de extracción.
¿Se puede hacer una endodoncia si hay infección o inflamación?
Sí, de hecho, es el tratamiento indicado para eliminar la infección del interior del diente. En algunos casos, el profesional puede indicar medicación previa o posterior al procedimiento para controlar la infección antes de sellar el conducto. Pero no hay que esperar a que “se pase el dolor”: cuanto antes se trate, mejor será el resultado.
¿Cuánto tiempo dura un diente con endodoncia?
Con una buena higiene bucal, controles regulares y una restauración adecuada, un diente tratado puede durar décadas o toda la vida. El éxito a largo plazo depende del trabajo profesional y del cuidado del paciente.
Conclusión
La endodoncia es un tratamiento seguro, eficaz y prácticamente indoloro que permite conservar los dientes dañados por caries profundas o infecciones. Los mitos que la rodean provienen de experiencias antiguas o desinformación. Hoy, gracias a la tecnología y a los nuevos materiales, los resultados son predecibles, estéticos y duraderos.
Ante cualquier molestia dental persistente, consultá a tu odontólogo o endodoncista especializado. Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones y ayudarte a mantener tu salud bucal en óptimas condiciones.
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