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Periodontitis Severa aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares

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  • Entrada publicada:22 abril, 2025
  • Categoría de la entrada:Periodoncia

La salud bucal no solo afecta a los dientes y encías, sino que también puede influir directamente en la salud general del organismo. Una periodontitis avanzada, si no se trata a tiempo, puede ser un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas sistémicos.

Durante años, la boca se consideró un sistema aislado del resto del cuerpo. Sin embargo, en la actualidad se reconoce que existe una conexión bidireccional entre la salud oral y la salud sistémica. Esto significa que una enfermedad en la cavidad bucal puede tener repercusiones en otras partes del cuerpo, y viceversa.

¿Cómo se produce esta conexión?

En los casos de periodontitis severa, se genera una inflamación crónica en los tejidos que rodean al diente. Esta inflamación es causada por la acumulación de bacterias entre el diente y la encía, lo que provoca la formación de una úlcera en la encía.

Esta úlcera, aunque a simple vista no sea visible, puede llegar a tener una superficie considerable en conjunto. De hecho, algunos estudios comparan su tamaño total con el de la palma de una mano. Esta lesión abierta permite el paso de bacterias y productos bacterianos directamente al torrente sanguíneo.

A partir de ahí, el cuerpo reacciona generando una inflamación sistémica, es decir, una respuesta inflamatoria que no se limita a la boca, sino que afecta a todo el organismo. Esta respuesta crónica puede ser dañina, especialmente cuando no se controla, ya que contribuye al desarrollo de múltiples enfermedades.

Inflamación sistémica y riesgo cardiovascular

La inflamación sistémica está relacionada con el inicio y la progresión de diversas enfermedades crónicas, entre ellas:

  • Enfermedades cardiovasculares: como infartos, accidentes cerebrovasculares e hipertensión.
  • Diabetes tipo 2: la inflamación dificulta el control de los niveles de glucosa.
  • Complicaciones en el embarazo: como partos prematuros o bajo peso al nacer.

Cuando las bacterias de la boca entran en el torrente sanguíneo, pueden viajar a diferentes órganos y desencadenar respuestas inmunológicas que generan inflamación en las arterias. Esto, con el tiempo, puede contribuir a la formación de placas de ateroma, es decir, depósitos de grasa y otras sustancias que obstruyen las arterias y aumentan el riesgo de eventos cardiovasculares.

Por otro lado, en pacientes con enfermedades cardíacas preexistentes, como una endocarditis bacteriana, la presencia de bacterias orales en la sangre puede agravar el cuadro clínico. Esto refuerza la importancia de mantener una buena salud oral como parte de un enfoque preventivo integral.

Numerosos estudios han demostrado que tratar la periodontitis puede reducir la inflamación sistémica y, en consecuencia, disminuir el riesgo de estos problemas de salud general. Si bien no se puede afirmar que la periodontitis cause directamente un infarto, sí se ha comprobado que puede ser un factor contribuyente, especialmente cuando coexisten otros factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión o el colesterol elevado.

La importancia del control odontológico

Detectar la periodontitis a tiempo y seguir un tratamiento adecuado no solo protege los dientes, sino que también ayuda a prevenir consecuencias más graves en otras partes del cuerpo. Cuanto antes se actúe, menores serán los daños tanto a nivel bucal como sistémico.

Por eso, los controles odontológicos regulares son clave para mantener una buena salud bucal y general. Una simple visita al odontólogo puede marcar la diferencia entre un cuadro leve y una enfermedad crónica. Durante estos controles, el profesional evalúa el estado de las encías, identifica signos tempranos de inflamación y determina si es necesario iniciar un tratamiento periodontal.

Además, el tratamiento no finaliza cuando se eliminan las bacterias: el seguimiento y el mantenimiento periódico son fundamentales para evitar recaídas. En muchos casos, los pacientes deben asistir a consultas cada tres o cuatro meses para asegurar que la enfermedad no regrese y que el nivel de inflamación se mantenga bajo control.

La salud empieza por la boca

Cuidar la boca es cuidar el cuerpo. La periodontitis es una enfermedad silenciosa que muchas veces avanza sin síntomas evidentes, pero cuyas consecuencias pueden ser muy serias si no se trata. Dolor, sangrado, retracción de encías y movilidad dental son signos de alerta que no deben ignorarse.

Al mismo tiempo, mantener una rutina adecuada de higiene bucal, que incluya el cepillado al menos dos veces al día, el uso de hilo dental o cepillos interdentales y enjuagues antibacterianos si el odontólogo lo recomienda, es clave para prevenir la acumulación de placa bacteriana.

Una dieta equilibrada, evitar el tabaco y controlar el estrés también ayudan a reducir el riesgo de enfermedad periodontal. Es importante adoptar un enfoque integral que contemple tanto los factores locales como los sistémicos.

Resumen

  • La periodontitis severa permite que bacterias ingresen al torrente sanguíneo.
  • Esto provoca una inflamación sistémica que puede afectar órganos vitales.
  • Se relaciona con enfermedades como infartos, diabetes y complicaciones en el embarazo.
  • Tratar la periodontitis reduce el riesgo de problemas de salud general.
  • Los controles odontológicos son fundamentales para la prevención.

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