Las carillas dentales son una solución estética muy popular para mejorar la apariencia de los dientes. Aunque son duraderas, pueden sufrir daños por diferentes causas, como golpes, hábitos nocivos o el desgaste natural del adhesivo con el paso del tiempo. Una carilla rota puede generar molestias y preocupación, pero existen opciones de reparación y reemplazo que permiten solucionar el problema sin mayores complicaciones.
¿Por qué se puede romper una carilla dental?
Las carillas están diseñadas para resistir las fuerzas normales de la masticación. Sin embargo, ciertos factores aumentan el riesgo de daño. Morder objetos duros como lápices o hielo, rechinar los dientes durante la noche (bruxismo), recibir un golpe directo o contar con carillas mal ajustadas son algunas de las causas más frecuentes. También puede influir el deterioro del adhesivo con el tiempo, lo cual favorece el desprendimiento.
¿Qué hacer si se rompe una carilla?
Ante la rotura o desprendimiento de una carilla, lo principal es mantener la calma y evitar manipularla por cuenta propia. No uses el diente afectado y contactá a tu odontólogo cuanto antes. El tratamiento dependerá del tipo de daño.
Fractura parcial
Si la carilla presenta una pequeña grieta o se ha astillado, es posible que no necesite ser reemplazada. El profesional puede pulir los bordes o aplicar una resina del mismo color para restaurar la forma. Este procedimiento es rápido y, en muchos casos, se realiza en una sola consulta.
Despegue completo
Cuando la carilla se suelta por completo pero está intacta, puede volver a adherirse si el diente no ha sufrido daños y ambos elementos están limpios. El odontólogo limpiará la superficie y usará un nuevo adhesivo para fijarla.
Fractura completa o pérdida
En los casos más severos, cuando la carilla se rompe totalmente o se pierde, es necesario fabricar una nueva. El proceso incluye una revisión del diente, la toma de impresiones, la elaboración de la carilla en laboratorio y su posterior colocación. Mientras tanto, puede colocarse una carilla provisoria.
¿Qué consecuencias puede tener no tratar una carilla rota?
Ignorar el problema puede afectar tanto la estética como la salud dental. El diente expuesto puede desarrollar sensibilidad o quedar vulnerable al desgaste y las caries. Además, una carilla rota o mal posicionada puede alterar la mordida y generar molestias al masticar.
¿Se puede prevenir la rotura de carillas?
Sí, adoptando ciertos cuidados:
- Evitá morder objetos duros o usar los dientes como herramientas.
- No consumas alimentos excesivamente duros o pegajosos.
- Usá férula de descarga si padecés bruxismo.
- Asistí a controles periódicos para revisar el estado de las carillas.
Resumen
- Una carilla puede romperse por accidentes, hábitos o desgaste del adhesivo.
- Ante el daño, es clave acudir al odontólogo sin intentar soluciones caseras.
- Dependiendo del caso, puede repararse o reemplazarse por una nueva.
- El seguimiento profesional y buenos hábitos prolongan la vida útil de las carillas.
Conclusión
Las carillas dentales son una excelente opción estética, pero no están libres de incidentes. Con un buen mantenimiento y atención oportuna ante cualquier daño, es posible mantener tu sonrisa saludable y estética por muchos años.
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