Las coronas dentales son restauraciones que se colocan sobre dientes debilitados para devolverles su funcionalidad y estética. Sin embargo, aunque están diseñadas para durar muchos años, pueden aflojarse o desprenderse por diversas razones. Saber cómo actuar frente a esta situación puede marcar la diferencia entre una solución simple o una complicación mayor.
¿Por qué puede caerse una corona dental?
Existen varias causas por las que una corona puede soltarse:
- Desgaste del cemento: Con el tiempo, el adhesivo que fija la corona puede deteriorarse.
- Caries debajo de la corona: Si el diente natural sufre caries, se pierde soporte.
- Mordidas muy fuertes o bruxismo: El apretamiento o rechinamiento puede aflojar la estructura.
- Consumo de alimentos duros o pegajosos: Caramelos, turrones o nueces pueden provocar el desprendimiento.
Además, en algunos casos la caída se produce por una mala adaptación de la corona o un desgaste del diente pilar.
¿Qué hacer si se cae la corona?
Ante una corona dental caída, es importante mantener la calma y seguir estos pasos:
- Recuperá la corona: Si no se ha dañado, podría ser reutilizable. Guardala en un lugar limpio y seco.
- No intentes volver a colocarla por tu cuenta: Evitá el uso de pegamentos caseros. Podrías dañar el diente o dificultar su reposición.
- Revisá si hay dolor: Si el diente está sensible al aire, frío o calor, podría haber exposición de la dentina o problemas más profundos.
- Mantené el área limpia: Cepillá suavemente el diente expuesto y evitá masticar del lado afectado.
- Consultá a tu odontólogo lo antes posible: Cuanto antes se evalúe el caso, mejores serán las opciones de tratamiento.
Una visita temprana puede evitar infecciones, desplazamientos dentales o la necesidad de rehacer completamente la restauración.
¿Se puede reutilizar la corona?
Dependerá del estado tanto de la corona como del diente:
- Si la corona está intacta: Y el diente no tiene caries ni pérdida significativa de estructura, puede limpiarse y volver a cementarse.
- Si hay daños: En la cerámica o el metal, se requerirá una nueva corona.
- Si hay caries o el muñón está deteriorado: Se deberá reconstruir el diente antes de pensar en colocar otra corona.
El profesional evaluará con radiografías si hay inflamación en el nervio, fracturas radiculares o filtraciones que podrían comprometer la viabilidad del tratamiento.
¿Qué pasa si no se trata a tiempo?
Ignorar una corona caída puede derivar en problemas más graves:
- Dolor o sensibilidad intensa: Especialmente si el nervio queda expuesto.
- Cambios en la mordida: Los dientes vecinos pueden moverse si no hay contacto oclusal.
- Mayor riesgo de fractura: El diente desprotegido está más vulnerable.
- Infecciones: Puede haber entrada de bacterias hacia la raíz.
Cuanto más se retrase la consulta, más complejo y costoso será resolver la situación.
¿Cómo prevenir que se caigan?
Para aumentar la durabilidad de las coronas dentales, tené en cuenta estos cuidados:
- Higiene bucal adecuada: Cepillado correcto y uso de hilo dental para evitar caries en el diente soporte.
- Controles periódicos: El odontólogo podrá detectar signos de desgaste o filtración.
- Uso de férulas si hay bruxismo: Protegen tanto la corona como los dientes naturales.
- Evitar alimentos pegajosos o muy duros: Minimiza el riesgo de desprendimiento.
En resumen
Una corona dental caída no debe subestimarse. Aunque en algunos casos es posible recolocarla, siempre será necesario un diagnóstico profesional para determinar la causa del desprendimiento y prevenir complicaciones. La clave está en actuar rápido, evitar soluciones caseras y priorizar la consulta con el odontólogo.
Recordá: las coronas no solo mejoran la estética, sino que cumplen una función protectora clave para mantener la salud bucal a largo plazo.
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